La sociedad, entendida como un conjunto de personas que se comprometen en una fuerte interrelación de vecinos, amigos, padres, madres, profesores... también siente este tipo de sentimientos en su seno. La prueba la tenemos en las manifestaciones y protestas que día tras día se suceden en nuestra sociedad a causa de una grave crisis económica, que ahora no viene a cuento. Aquí, la sociedad, en su conjunto se moviliza para apoyar la causa de unos pocos, pero que afectan a unos muchos. Ella se siente identificada con los problemas de la gente, puesto que ellos mismos podrían sucederles a los que apoyan. Si tú ves que una familia está a punto de ser desahuciada de su vivienda, del lugar en que viven y conviven, su hogar, puede que te identifiques con esa situación o tu cerebro te diga "Debemos ayudar" de forma inconsciente. Es un tipo de altruismo, pero aquí puede que se espere algo a cambio, como, en el caso anterior, la paralización del desahucio que se había decretado bajo mazo judicial.
La sociedad y empatía, en mi opinión, van juntas de la mano, ya que no habríamos podido construir una sociedad tan complicada, y por raro que parezca, rica en algunos valores que siempre nos serán inquebrantables, ya que los llevamos dentro. La empatía es uno de los sentimientos que caracteriza al hombre, que lo hace ser un poco, sólo un poco diferente del resto del conjunto animal. Es un sentimiento útil, un sentimiento que se tiene y cuya buena utilización puede llevarnos a ser unas personas agradables con el entorno que nos rodea, el entorno con el que nos comunicamos...
Al fin y al cabo, saber qué siente tu vecino, tu amigo... es una ventaja, porque puedes ayudarlo, darle consejo, abrigo, ánimos y fuerzas para seguir adelante. Y, además, si aplicas la razón a este hecho, ya es el máximo a que puedes aspirar emocionalmente. Porque aplicar las emociones a través de la razón es una tarea que deberíamos hacer todos. La razón es el fundamento de nuestro pensamiento y nuestro ser. Por tanto, hay que convivir en una sociedad empáticamente racional, en que haya un flujo de emociones controladas por la razón para no producir ningún exacerbamiento de las emociones en cuestión.
Espero que os haya gustado la reflexión. A mí me gusta mucho aplicar la empatía en la sociedad, aunque a veces me es difícil, pero se puede conseguir a través de la razón y el pensamiento lógico. Disfrutad leyendo y sed empáticos.