miércoles, 23 de mayo de 2012

CONVULSIONES

Vivimos en épocas convulsas, somos seres que nos marchitamos ante eventos desagradables. En la evolución de cualquier especie, los cambios que se les han presentado los han afrontado con mayor energía, pensando en la superación de las condiciones del medio. Somos animales, y por tanto hay algo intrínseco en nosotros que nos empuja y nos tira, nos enloquece y nos ata. Somos entes que evolucionan según las circunstancias, según qué se le presente en el medio. Más que bien, somos algo que se creó por algo, no para algo. Nos creamos difíciles porque algo en nuestro sistema cognitivo nos lo pidió, somos un compendio de genes que no hacen sino marear a la razón, pues la razón guía ciertas pautas que los genes no desean cumplir, ¿Por qué caminar si puedo ir a gatas?, ¿Por qué trabajar si puedo comer hojas de árboles?... Los protohumanos o humanos anteriores son de una naturaleza extraña, quieren pero algo en ellos se lo impide, aunque más tarde prevalecerá el querer que el poder.

Nuestra naturaleza como animales es impulsiva. Ante grandes desasosiegos, se nos descubren los instintos que están marcados en lo más profundo del ser, el ADN, somos criaturas críticas con el medio, pero no con nuestro medio, nosotros mismos. Anhelamos el deseo de avanzar, pero sin respetar al compañero de al lado.

El altruismo de que gozábamos cuando aún estábamos lejos de salir de aquella África salvaje se desvaneció por las causas que se nos presentaron hasta la completa y total colonización del mundo.

Pero... a lo que íbamos. La época en que nos ha tocado vivir es una época de convulsiones sociales, políticas, económicas, de pensamiento y razón. Ahora que se nos privan derechos que se supone son nuestros por lo supuesto intrínseco del hombre. Nadie es perfecto, ahora bien, pero tampoco imperfectos, o eso espero...

La naturaleza, aun sabia, tiende a cometer errores para corregirlos, ya que sin error no hay solución, y la naturaleza es un constante error y solución. Sendos términos van cogidos de la mano. Si no cometiéramos errores, la humanidad no podría haber avanzado hasta donde está ahora, aunque el lugar que ocupamos tenderá poco a poco a la desaparición, puesto que nos hemos convertido en un tiburón blanco para la naturaleza, que nos da de comer.

Tal vez, más de uno se preguntará de dónde viene tanta convulsión en el hombre, pues es muy fácil, tan sencillo como pensar que la falta de pensamiento nos ha hecho en el último siglo perder la chaveta por avanzar desmesuradamente, atentando en muchas ocasiones contra la integridad existencial del hombre. Aunque hemos avanzado de forma significativa en ciencia, la razón se quedó estancada atrás, sin ideas ni pensamientos nuevos que aportar al hombre, nos hemos convertido en seres vacíos de alma racional y crítica.

A mi parecer, debiéramos volver a una Ilustración que nos diera ideas nuevas, ideas de cambio, ideas de renovación...


Espero que os haya gustado... y pensad¡¡¡ Que la mente se atrofia y lo atrofiado niega la razón¡¡¡ :)