Hace unos cuantos dias, estuve viendo un programa de televisión donde se explicaba la felicidad momentánea que se produce en un perro al ver que su amo está preparando su pienso para su posterior consumo, pero lo más paradójico de todo es que cuando el amo se acerca al perro con el enorme bol de comida, el perro no para de dar vueltas alrededor de éste como símbolo de alegria, pero al final, todo resulta una estafa mínima que supone que el perro hace creer a su amo que le desea por haber podido dispensarle todo ese suculento manjar, pero cuando toda la acción de llevar al perro la comida finaliza, el perro se apoya sobre sus cuatro patas o agazapa la cabeza hacia abajo para poder llevar la comida a su hambrienta boca.
En definitiva, el perro consigue hacer creer a su amo que le adora por la acción que lleva realizando desde que saca el saco de comida nutritiva para el perro, coge el bol, lo llena de estos alimentos para caninos, se dirige hacia el habitual lugar de comida donde su perro suele comer, y acaba dejándolo en el suelo.
Esto sería considerado como una estafa en toda regla, pero no es así, sino que el perro está feliz antes de saber qué le puede esperar en ese cuenco, vamos, en el lenguaje común, se hace unas ilusiones, que casi siempre son realizadas por parte de su amo, y cuando ve que el plato está lleno, la felicidad no se acaba por el simple hecho de ver que ha obtenido lo que con angustia queria, sino que ahora su felicidad se concentra en forma de comida que puede hacer de su uso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario