Salvando las opiniones personales, bien que férreas, el maltrato animal es un acto de desvergonzada superioridad que el hombre se ha creado, Dios sabe por qué, y que no le ha favorecido en nada, puesto que no se está dando cuenta de lo doloroso de sus actos, bien que malos e injustos.
Cuando un hombre se apropia a un animal, debería firmar un contrato, como Del contrato social, de Rousseau, que regulase las funciones y las responsabilidades, así como derechos de ambas partes, porque, sé que resulta demasiado burocrático, como si fuese un objeto que se puede comprar y vender, un hombre nunca debería ir más allá de una barrera, que está marcada por biología. Aunque somos más "inteligentes", sin nuestras armas no seríamos nada, puesto que luchar cuerpo a cuerpo con una bestia, nombre bien degradante, no nos sería sino de mal ayuda y dolor. Biológicamente, tenemos pocos recursos para hacer frente, hoy en día, a la fortaleza de cualquier animal que sea mayor o igual a nosotros, incluso menor.
Para finalizar aquí mi discurso sobre los animales, quisiera deciros que nos huyáis nunca de lo que os fortalecerá, el contacto y la compartición de experiencias, siempre desde el respeto y la estima, con un animal nos traerá siempre gratos sentimientos que debemos saber gestionar y guardar para generaciones futuras.
Espero que os haya gustado, y como siempre os digo, disfrutad del pensamiento humano que, en ocasiones, puede resultar maravilloso¡¡¡¡